Si tienes entre 18-30 años, y estás interesado en realizar un voluntariado, es muy probable que nos conozcas. Sin embargo, nunca está de más mencionar que con AIESEC puedes aportar e impactar en una comunidad llevando a cabo algún programa de voluntariado alineado a un objetivo de desarrollo sostenible sobre el tema de tu preferencia, desde la interculturalidad a liderazgo, gestión, tecnología, educación y desarrollo… No está de más mencionar un factor muy importante, y es que lo puedes realizar en diferentes partes del mundo.

Estas fueron una las cosas que hizo que Miguel Sugrañez, un estudiante de Medicina de 22 años, decidiera tomar esta experiencia con nosotros y, así, sumar en una comunidad de Kenia siendo un voluntario para un cambio. Él nos comentaba que normalmente, los proyectos con AIESEC duran alrededor de unas 6 semanas, y el suyo no era una excepción. Su experiencia se inició en verano por temas académicos, aunque tenía mucha flexibilidad ya que en verdad se podría hacer en cualquier momento del año.

“El proyecto estaba dividido en dos partes: las primeras tres semanas, trabajé en una clínica semi privada, llevada por la iglesia: Saint Scholastica Uzima Milele. El trabajo consistía en ir de un sector a otro ayudando a los profesionales en lo que hiciera falta, aprender lo máximo posible de los profesionales y observar mucho, pues los voluntarios no suelen realizar tareas de la clínica que involucren a los pacientes o a su salud. Las otras tres semanas, fui voluntario médico en Mathare o Kibera, que son los barrios pobres más grandes de áfrica. Yo decidí colaborar con los niños de los colegios que trabajaban con AIESEC, negocié con los hospitales y conseguí medicinas y suplementos alimenticios para los pequeños.”, nos comentaba.

Miguel también nos remarcó que durante esas 6 semanas, se trabaja en paralelo con otros voluntarios de AIESEC pertenecientes al mismo proyecto u a otros quizá menos relacionados. “ Cuando iba a las escuelas siempre me quedaba todo el día ahí para ayudar en lo que fuera a los voluntarios de AIESEC y estar un rato compartiendo con los niños”.

Además, Miguel realizó un torneo de fútbol para recaudar dinero y trabajó como médico de primeros auxilios en el mismo. De esta forma nos hizo saber que siempre hay trabajos variados durante la experiencia de voluntariado, simplemente no es una cosa fija. “Dependiendo de vuestra voluntad, podéis tener un impacto inmenso en el país y en su gente”, agregaba.=

Finalmente, quiso añadir que ir de voluntariado no solo representa trabajo, ya que también se tiene libertad para realizar algunos viajes de turismo los fines de semana o en los espacios libres laborales. Nos hizo énfasis en que para él, un voluntariado no es una obligación, si no una responsabilidad. De esta forma, el se convirtió en un promotor para que todo aquél pueda tener la oportunidad de vivir la enorme experiencia que él tuvo, porque estas cosas se recuerdan toda la vida.

¿Tú también buscas grandes recuerdos como este?

¡No lo pienses dos veces y únete a nuestra comunidad, tú puedes ser el siguiente en causar un gran impacto!

Para mayor información, pulsa aquí: https://aiesec.org/global-volunteer

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